Juan Ignacio Zoido, como Diputado andaluz por Sevilla, ha preguntado hoy al Consejero de Economía de la Junta de Andalucía que pensaba hacer para ayudar a resolver la monumental deuda que arrastra la empresa municipal de limpieza de Sevilla Lipasam.
Zoido llevaba este tema al Parlamento andaluz después de que el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobara por unanimidad la propuesta del PP pidiendo a la Junta de Andalucía que autorizara la conversión a largo plazo de la deuda de 30 millones de euros que mantiene la empresa Lipasam y con ello se asegurara la viabilidad y estabilidad de empleo de esta empresa municipal de Sevilla.
Zoido recordó en su intervención como esta deuda se había generado por el mal gobierno y administración socialista de manos de Monteseirin pero que esto no podía ser un obstáculo para que la Junta negara a Lipasam y a sus más de 1500 trabajadores la tranquilidad y la viabilidad futura de su empresa.
Zoido señaló al Consejero que más que un problema jurídico es un problema de voluntad política y que problemas internos en el PSOE sevillano no podían resolverse a costa de los trabajadores de Lipasam.
Lamentablemente el Consejero de la Junta no asumió esta petición y reclamo que “otros”, en referencia Monteseirin, y no Zoido, tendrían que venir a pedírselo. Lastima que los intereses de los sevillanos se supediten a cuestiones de orgullo o de que se vea quien es el que manda.
Zoido llevaba este tema al Parlamento andaluz después de que el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobara por unanimidad la propuesta del PP pidiendo a la Junta de Andalucía que autorizara la conversión a largo plazo de la deuda de 30 millones de euros que mantiene la empresa Lipasam y con ello se asegurara la viabilidad y estabilidad de empleo de esta empresa municipal de Sevilla.
Zoido recordó en su intervención como esta deuda se había generado por el mal gobierno y administración socialista de manos de Monteseirin pero que esto no podía ser un obstáculo para que la Junta negara a Lipasam y a sus más de 1500 trabajadores la tranquilidad y la viabilidad futura de su empresa.
Zoido señaló al Consejero que más que un problema jurídico es un problema de voluntad política y que problemas internos en el PSOE sevillano no podían resolverse a costa de los trabajadores de Lipasam.
Lamentablemente el Consejero de la Junta no asumió esta petición y reclamo que “otros”, en referencia Monteseirin, y no Zoido, tendrían que venir a pedírselo. Lastima que los intereses de los sevillanos se supediten a cuestiones de orgullo o de que se vea quien es el que manda.
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